Se espera que
los máximos responsables de la política económica china concreten una serie de
políticas para impulsar el crecimiento, después de que el anuncio del mes
pasado de unas medidas de estímulo largamente esperadas provocara una
fulgurante alza de las bolsas. Pekín se ha esforzado por reactivar la economía,
mientras las autoridades se fijan como objetivo para este año un crecimiento en
torno a 5%, una meta que los analistas consideran optimista dados los numerosos
vientos en contra, desde la prolongada crisis inmobiliaria hasta la atonía del
consumo. Después de meses de ajustes parciales que no han servido para invertir
la situación, las autoridades presentaron una serie de medidas, desde recortes
de tasas de interés hasta la relajación de las restricciones a la compra de
viviendas, con el fin de que el dinero vuelva a fluir. Las esperanzas de ese
esperado “estímulo bazuca” han encendido los mercados bursátiles, haciendo
incrementar las bolsas de China continental y Hong Kong más de 20 por ciento. Los
analistas esperan que las autoridades revelen más medidas de apoyo fiscal, como
la emisión de billones de yuanes en bonos y políticas para impulsar el consumo.