Cientos de
miles de empleados de banca de la mayor economía europea luchan por aumentos
salariales de hasta 16% para hacer frente al aumento del costo de la vida, y
los sindicatos advierten de posibles huelgas. Las negociaciones salariales de
los empleados de la banca pública y privada de Alemania se producen tras un
repunte de los costos que ha afectado duramente a los trabajadores de a pie,
mientras que los bancos se han beneficiado del incremento de las tasas de
interés impuesto para combatir la inflación. Ya están en marcha las
negociaciones que afectarán a más de 140,000 empleados de bancos como Deutsche
Bank y Commerzbank, pero se han topado con problemas. El viernes comienzan las
negociaciones por separado para más de 60,000 empleados de bancos estatales. Los
sindicatos exigen aumentos salariales entre 12.5 y 16%, y hacen hincapié en las
grandes utilidades obtenidas por los bancos. Tanto los sindicatos como la
patronal se muestran intransigentes. A principios de esta semana, los
negociadores sindicales rechazaron una oferta de la patronal de la banca
privada de un aumento salarial de 8.5 por ciento. Jan Duscheck, negociador jefe
del sindicato Verdi, que aboga por un aumento de 12.5%, declaró a Reuters que
la oferta de 8.5% está “muy lejos de la realidad” y afirmó que es probable que
se produzcan huelgas antes de que se reanuden las negociaciones en julio. Algunos
empleados de Commerzbank ya se declararon en huelga la semana pasada en demanda
de un aumento salarial. Las tasas de inflación en Alemania han bajado
significativamente desde casi 7% en el 2022, pero la tasa de 2.4% de mayo sigue
siendo más alta de lo que muchos alemanes están acostumbrados.