El Tren Maya, el Tren Insurgente (México-Toluca) y el Corredor
Interoceánico cumplieron un año de operaciones este 2024, con un total de 3.7
millones de pasajeros transportados entre enero y octubre de dicho año; faltan
condiciones para aumentar pasaje. El regreso de trenes de pasajeros en México
ha quedado marcado por sobrecostos multimillonarios, mayor tiempo de conclusión
y bajos aforos como resultado de una falta de planeación. El gobierno federal
actual tiene ahí una lección por aprender en los proyectos siguientes, entre
ellos: México-Nuevo Laredo, México-Nogales y AIFA-Pachuca, en los que también
tendrán un papel relevante los ingenieros militares. Con el primer gobierno de
la 4T se aceleró el plan de ofrecer un nuevo servicio de transporte en el país
(iniciado en el 2014). En principio, se apostó por el icónico Tren Maya y hacer
justicia al “olvidado” sureste del país, potenciar su desarrollo económico y
sumar tres millones de visitantes al año en las zonas arqueológicas del Mundo
Maya y los atractivos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. “El
proyecto ferroviario tendrá una inversión estimada de entre 120 y 150 mil
millones de pesos. En la construcción se crearán alrededor de 300,000 empleos
directos y está programado para construirse en cuatro años”, dijo en marzo del
2019 el expresidente Andrés Manuel López Obrador.